jueves, 14 de junio de 2007

El alcohol al volante de la sociedad

El Sol salía y para muchos empezaba su jornada laboral, pero para los más jóvenes significaba que era hora de ir a casa a dormir hasta la hora de la merienda. El día iba a ser muy corto, pero lo iban a aprovechar al máximo para revivir la noche anterior y programar una nueva salida para ese mismo sábado.

Nuevamente la misma rutina, tal vez lo único que variaba era la casa en la que se juntaban a hacer “la previa” al boliche, y el destino final. El fin era siempre el mismo, divertirse al máximo sin importar que al otro día no recordaran qué sucedió. Ellos se divertían “sanamente”, creyendo no hacerle mal a nadie. Así pasaban fines de semana, feriados, fiestas de egresados, etc. Algunos profesores se preocupaban por el bajo rendimiento de sus alumnos en general. Otros, ya acostumbrados, ni les exigían cosas que sabían que no las iban a cumplir.

A Mariela, su familia y conocidos la notaban cansada, desganada y hasta desorientada. Ante tales acusaciones, Mariela, o bien sus padres, respondían que la escuela la que asistía era muy exigente y le estaba consumiendo todas sus energías. Ella siempre se quejaba de que sus profesores no le tenían piedad, pero paradójicamente, a veces se ponía a reflexionar de por qué el país no funcionaba, por qué las leyes no se cumplían, etc. Siempre llegaba a la clásica respuesta: “Por falta de educación”.

Mariela era un caso más entre miles que sufrían lo mismo, desconocía quién era el intendente de su municipio, no sabía a quien votar y estudiaba solo para aprobar pero no para saber. Ni siquiera iba a la escuela como deber, ella creía que iba como castigo. Todos se quejaban del país pero ninguno era capaz de aportar una idea para tratar de cambiar algo, ni siquiera podían ver cual era el verdadero problema de la sociedad.

Nadie hacía esto mal intencionado, la idea era divertirse sanamente sin hacerle mal a nadie, aunque nunca se dieron cuenta que le estaban haciendo mal a todos. Desde ellos mismos, a sus hijos, hasta al futuro del país. No son culpables, sino víctimas de un sistema que no les exige, que no aporta conocimientos ni herramientas para estudiar, sino “pautas de promoción de año”. Viven en un país que funciona full time, en el que no tienen tiempo para verdaderamente disfrutar de su vida alimentándola de ideas, arte o cultura, sino de consumo.

¿Pero por qué nadie se encarga de tomar medidas al respecto? Porque a ningún “poderoso” le conviene un país con seres pensantes, con intelectuales de todo tipo, con verdaderos profesionales.

¿De qué sirve un adolescente aplicado, lúcido, con tiempo para leer, investigar o expresarse? De nada. Más vale crear seres inconformes y quejosos, pero sin energías para buscar una solución al respecto. De este modo nadie tiene las herramientas para llegar hasta arriba y lograr un recambio de dirigentes.

Resulta difícil hoy en día revertir esta rutina, cuando en los medios o en cualquier sector de la vía pública podemos observar publicidades que persuaden al consumo del alcohol con la excusa de que nos hace sentir bien, o ser más atractivos hacia el sexo opuesto, etc. Hasta podemos encontrar avisos como “si tomaste, no manejes”, que para cualquier persona le da la sensación que la industria del alcohol lo ampara y lo cuida, aunque en realidad el mensaje no es “si manejas, no tomes”. Implícitamente hay otro mensaje más profundo y desgarrador que se puede decodificar como “toma y no manejes”, no manejes tu auto, no manejes una organización, no manejes al país y no manejes tu vida, deja todo en manos del alcohol que te hace sentir bien.

Vivimos en una sociedad totalmente manipulada por los medios e idiotizada por la industria del alcohol. El control del poder lo tienen unos pocos, pero el control de tu vida lo tenés vos, no dejes que te lo saquen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sabes que... me hicistes acordar en una parte a 1984... :P jaja big brother :D

creo que si, es cierto lo que decis... aunque bueno, es la etapa del "aprendizaje" en la que esta mariela. lo preocupante seria que nunca cambie. por otra parte es cierto lo de la publicidad y tambien es cierto que la persuacion siempre va de la mano con la prohibicion... no te tengo que vender alcohol hasta los 18, pero nadie nunca cumplio eso.
me pregunto como seria realmente las cosas si algunas de las cuales no son legales como el consumo de la mariguana (al cual no estoy ni a favor ni en contra), que esta comprobado que las secuelas inmediantas que dejan son menores a las que produce el alcohol...

en fin, a la larga todo tiene q ver con la capacidad de eleccion que quiera tener uno y pensar en como quiero ser y no en como tengo que ser. ya que soy enemigo del "si es flaca es linda si es gorda es fea"...

guido